Tormenta invernal en EE.UU.: Regresa electricidad a mayoría de los hogares
Una fuerte tormenta invernal acompañada de temperaturas gélidas sigue perturbando el fin de semana de Navidad en Estados Unidos, donde provocó la muerte de al menos 17 personas y la cancelación de miles de vuelos.
El Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos (NWS, por sus siglas en inglés) advirtió que el frío representaba un riesgo de vida e instó a los residentes a permanecer en sus casas. El viernes los vientos helados habían hecho caer la temperatura a -48ºC.
En el noreste del estado de Nueva York, muy afectado, la gobernadora Kathy Hochul desplegó la Guardia Nacional en el condado de Erie y en Buffalo, donde las autoridades dijeron que los servicios de emergencia están casi paralizados.
Buffalo blizzards be crazy. Only half way through this nonsense. #buffaloblizzard #BuffaloNY #snowstorm #snow #BuffaloBlizzard2022 pic.twitter.com/4ki92dUrie
— Shawn Conley (@shawnconley) December 25, 2022
La situación es particularmente impresionante en Buffalo, en la frontera con Canadá. Una pareja de esta ciudad dijo a la AFP que, al estar las carreteras intransitables, no harán el viaje de 10 minutos necesario para visitar a su familia en Navidad.
"Actualmente podemos ver al otro lado de la calle, pero anoche ni siquiera podíamos ver más allá de nuestro porche", dijo Rebecca Bortolin, de 40 años.
Su prometido, Ali Lawson, sufre de dolor de espalda, pero no quiere correr el riesgo de conducir hasta el hospital.
Milagro navideño
Desde el miércoles por la noche, una tormenta invernal tildada de "histórica" azota Estados Unidos, y los vientos polares que la acompañan provocan fuertes nevadas, especialmente en la región de los Grandes Lagos.
Allí, el NWS advirtió que la ventisca continuaría durante el día de Navidad y anunció una "moderación lenta de las temperaturas" recién el lunes.
El sábado se cancelaron más de 3.300 vuelos y se retrasaron más de 7.500. El día anterior se habían cancelado casi 6.000 vuelos, según el sitio FlightAware.com.
El secretario de Transporte estadounidense, Pete Buttigieg, dijo el sábado que la autoridad de aviación estadounidense, la FAA, "espera que las interrupciones más extremas hayan quedado atrás a medida que las operaciones de las aerolíneas y los aeropuertos se recuperen gradualmente".
Muchos viajeros varados en aeropuertos de Atlanta, Chicago, Denver, Detroit y Nueva York se aferraron a sus palabras, confiando en que un milagro navideño los llevara finalmente a su destino.
Zack Cuyler, de 35 años, debió pasar la Nochebuena con amigos en Nueva York luego de dos cancelaciones de su vuelo a Houston, donde iba a celebrar las fiestas con su familia. Pero dijo a la AFP que no perdía la esperanza de poder reunirse con sus seres queridos este domingo.
Al menos 17 muertos
En total, las autoridades han confirmado al menos 17 muertes, en ocho estados, debido a las inclemencias del clima.
Algunas de esas muertes han ocurrido en las carreteras, que se han vuelto muy peligrosas, como en Ohio, donde cuatro personas murieron en accidentes relacionados con tormentas, dijo el gobernador Mike DeWine.
Ciudades como Denver o Chicago han abierto refugios para acomodar a las personas sin hogar y protegerlas del riesgo de hipotermia.
Debido a las bajísimas temperaturas, la presión sobre la red eléctrica era extremadamente alta: hasta 1,7 millones de personas se quedaron sin electricidad, según Poweroutage.us.
La energía eléctrica se restableció en gran parte el sábado por la noche, pero en algunos lugares se pidió reducir el consumo y hubo cortes del servicio.
Sobre las 11H30 GMT del domingo, alrededor de 173.000 usuarios seguían sin electricidad debido a las afectaciones por el frío extremo, de acuerdo con Poweroutage.us. Los estados más afectados a esa hora eran Maine, Nueva York, Virginia, New Hampshire y Pensilvania.
Algunas ciudades, especialmente en Carolina del Norte, tuvieron que cortar temporalmente la energía debido a la alta demanda de electricidad, dejando a hogares sin calefacción.
"Prepárese para el frío extremo"
Desde la tarde del viernes, la tormenta se ha convertido en una "bomba de baja presión": un choque entre dos masas de aire, una muy fría del Ártico y otra tropical del Golfo de México. Las bombas de baja presión pueden producir fuertes lluvias o nevadas, inundaciones costeras y vientos huracanados.
Según los meteorólogos, el frío gélido continuará en todo el centro y este de Estados Unidos durante todo el fin de semana antes de que las temperaturas regresen a niveles más normales la próxima semana.
Hasta entonces, "si debe viajar o estar al aire libre, prepárese para el frío extremo usando varias capas de ropa y cubriendo la mayor cantidad de piel posible", señaló el NWS.
"En algunos lugares, estar afuera podría causar congelación en cuestión de minutos", advirtió.
Canadá también se vio afectado por la tormenta y todas las provincias tenían alertas meteorológicas.
Cientos de miles de personas se quedaron sin electricidad en Ontario y Quebec, y los aeropuertos de Vancouver, Toronto y Montreal sufrieron cancelaciones de vuelos.