Biden pide un cambio en el gobierno de Israel y apoya resolución de alto el fuego en la Franja de Gaza
Por primera vez desde el ataque terrorista de Hamás contra Israel el 7 de octubre, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su homólogo de Israel, Benjamin Netanyahu, han expresado diferencias en sus puntos de vista.
En un acto de recaudación de fondos para su campaña de reelección, el presidente Biden afirmó que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, debe considerar un cambio en su gobierno de línea dura y sugirió que Israel no debería oponerse en el futuro a un Estado palestino. Biden declaró: "Él (Netanyahu) tiene que cambiar este gobierno. Este gobierno en Israel se lo está poniendo muy difícil". También señaló que Israel estaba empezando a perder apoyo internacional debido a la alarma causada por los bombardeos en la región.
Por su parte, Netanyahu afirmó que Israel cuenta con el respaldo de Estados Unidos en su objetivo de destruir a Hamás y recuperar a los rehenes en manos de los militantes palestinos.
Mientras tanto, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó una resolución que pide un alto el fuego inmediato en la Franja de Gaza. La resolución recibió 153 votos a favor, 23 abstenciones y diez votos en contra, incluyendo el de Estados Unidos. La resolución también exige la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes y hace un llamado a todas las partes para que cumplan con sus obligaciones en virtud del derecho internacional.
Esto ocurrió después de que Estados Unidos vetara una resolución similar en el Consejo de Seguridad de la ONU que buscaba un alto el fuego humanitario en la Franja de Gaza.
En otro contexto, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, viajó a Estados Unidos en busca de apoyo financiero para enfrentar la invasión rusa. Mantuvo reuniones con congresistas en el Capitolio y se reunió con el presidente Joe Biden en la Casa Blanca. Aunque Zelenski expresó su necesidad de ayuda, algunos republicanos pusieron en duda la efectividad del apoyo para Ucrania en su conflicto con Rusia, que hasta ahora no ha logrado avances significativos.
La Casa Blanca notificó al Congreso que ya no dispondrá de fondos para suministrar más armas a Ucrania, lo que ha generado debates sobre el papel de Estados Unidos en la crisis ucraniana.